Informa la prensa de hoy que el consumo de antidepresivos se ha triplicado en la última década en el estado. En Europa, treinta millones de personas padecen de ansiedad y depresión.
Este dato nos debería hacer a todos más comprensivos con las personas que nos rodean. Efectivamente, muchas veces etiquetamos a alguien: "es muy raro", "es un maniático", "es una pesada", etc.
¿Qué sabemos nosotros de lo que pasa en el interior de esa persona? ¿Y si está enferma? ¿Y si lo está pasando mal?
Pienso que no sería malo hacer esa reflexión. Quizás veamos a esa persona más como alguien a quien hay que ayudar, que alguien a evitar.
miércoles, 12 de enero de 2005
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