jueves, 17 de noviembre de 2005

La financiación de la Iglesia: ¿un privilegio?

Unos datos para desmontar la demagogia

  • Lo que la Iglesia recibe del Estado es en un 77% producto de la cantidad que los católicos libremente aportamos marcando la cruz en la Declaración de la Renta.
  • Solo el 23% restante es aportación del Estado: 32 millones de euros en 2004.
  • Esos 32 millones de euros -el supuesto “regalo” del Estado, el supuesto “provilegio” de la Iglesia Católica- quedan abrumadoramente compensados por las aportaciones que la Iglesia hace de sus recursos a la sociedad. Recordemos solo dos:
    a) Cáritas -descontando la subvención que recibe del Estado- destina a la ayuda de las necesidades sociales más de 100 millones de euros, el triple de lo que el Estado aporta a la Iglesia.
    b) Manos Unidas lo hace con cerca de 40 millones de euros. Esta aportación es por sí sola superior a lo recibido por la institución católica.

¿Más? 107 hospitales, 128 ambulatorios, 876 centros para enfermos crónicos, gente mayor, enfermos terminales, con un total de 51.312 camas, algo que representa cerca de 6 mil millones de euros. ¿Más aún? La aportación de la escuela religiosa: si sus plazas fueran públicas significaría más de 3.000 millones de euros, cuando sólo recibe menos de 2.000.

Todo esto -y mucho más- es aportación cuantificable de la Iglesia a la sociedad española. Aportaciones concretas, dirigidas a necesidades básicas y a los más débiles.

Además habría que hablar de la desamortización estatal de los bienes eclesiásticos: si no se hubiese producido, ¿necesitaría la Iglesia esas aportaciones del Estado?

Prácticamente de manera simultánea ha coincidido la amenaza del PSOE de disminuir la aportación a la Iglesia con el acuerdo unánime de los partidos políticos para incrementar lo que recibe cada grupo parlamentario. Y ésta es solo una parte de lo que perciben del dinero de todos los ciudadanos. Porque ingresan además una aportación anual directa como partido, otra -también anual- vía las respectivas fundaciones y otras más en períodos electorales para cubrir los gastos de las elecciones municipales, autonómicas y generales. El resultado es muchísimo dinero, cientos de millones de euros.

Algunos datos de las aportaciones de la Iglesia a la sociedad ya hemos dado. Habría que preguntarse qué aportan los partidos de sus propios recursos para resolver problemas concretos.

martes, 8 de noviembre de 2005

El Papa propone un «cambio de ruta» misionero para superar las crisis en la Iglesia

El pontífice recibió este sábado a los obispos austriacos al concluir la quinquenal visita «ad limina apostolorum» . En el discurso que les dirigió en alemán, el pontífice comenzó enunciando los «hechos dolorosos» que «suceden hoy»: «el proceso de secularización cada vez más significativo para Europa no se ha detenido ni siquiera a las puertas de la católica Austria», deploró.

En los últimos años, la Iglesia en Austria ha vivido escándalos, como el del seminario de St. Pölten (verano de 2004), tras los que lentamente está recuperando la serenidad. «La identificación con la enseñanza de la Iglesia decae en muchos fieles y de este modo se pierde la certeza de la fe y desfallece el respeto reverencial por la ley de Dios», siguió constatando.

«¿Qué podemos hacer?», se preguntó el obispo de Roma.

«Por una parte, es necesaria la confesión clara, valiente y entusiasta de la fe en Jesucristo», respondió. «Por otra --siguió diciendo--, son necesarias numerosas medidas misioneras, pequeñas y grandes, que tenemos que tomar para realizar un "cambio de ruta».

«¡No os hagáis ilusiones!», advirtió el Papa. «Una enseñanza católica que se ofrece de manera incompleta es una contradicción en sí misma y no puede ser fecunda a largo plazo». «El anuncio del Reino de Dios debe estar acompañado por la exigencia de conversión y por el amor que alienta, que conoce el camino, que enseña a comprender que con la gracia de Dios incluso lo que parece imposible se hace posible», destacó.

«¡Pensad en la manera en que, poco a poco, la enseñanza de la religión, la catequesis en los diferentes niveles y la predicación pueden mejorarse, profundizarse y, por así decir, completarse!», recomendó.

«Por favor --imploró--, ¡utilizad con celo el "Compendio" y el "Catecismo de la Iglesia Católica!». «¡Tratad de que los sacerdotes y catequistas adopten estos instrumentos, que se expliquen en las parroquias, en las asociaciones y en los movimientos, y que se utilicen en las familias como lecturas importantes!», insistió en un discurso particularmente intenso en el tono.

«En la incertidumbre de este período histórico y de esta sociedad, ofreced a los hombres la certeza de la fe completa de la Iglesia», recomendó. «La claridad y la belleza de la fe católica hacen luminosa la vida del hombre también hoy. ¡Sobre todo, si la presentan testigos entusiastas y entusiasmantes!», aseguró.

Benedicto XVI es optimista: «La chispa del celo cristiano puede volver a encenderse».