jueves, 16 de noviembre de 2006

Los porqués de la asignación a la Iglesia. Sin entrar en cifras, simple sentido común

1) Razón histórica. La Iglesia siem­pre se ha financiado por sus propios medios, y no ha necesitado la cola­boración del Estado. Pero en el siglo XIX, a través de sucesivas desamortizaciones, a la Iglesia le confiscan un patrimonio ingente, que provenía de las donaciones, herencias y lega­dos que había recibido con el paso del tiempo, y de cuyos frutos se sus­tentaba. Y en ese momento - siglo XIX - surge la figura de un Estado que intenta atender las demandas de los ciudadanos.

2) El Estado debe proveer o facili­tar los servicios que demandan los ciudadanos. ¿Demandan arte? Pues el Estado debe gastar en arte y cultu­ra. ¿Deporte? Pues tiene que proveer esos recursos. Como ir al cine, aunque fuese una actividad deficitaria y, cuando más de siete millones de personas, cada domingo, en España, demandan un servicio religioso ele­mental como es ir a Misa, es lógico que el Estado colabore en ese servicio que se presta a los ciudadanos. Son muchos quienes demandan esos ser­vicios que forman parte de la persona humana, y el Estado no puede cerrar los ojos a esa demanda.

3) ¿Qué fórmula más democrática que la asignación tributaria, según la cuál cada uno destina o no el dinero de sus impuestos a ese fin? A mucha gente ya le gustaría que esa misma fórmula de "referendum" se aplicase a otro tipo de cosas. Hay gente a la que no le gusta el deporte, o el cine, y tienen que costeado.

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